fbpx
mujeres en tecnologia

Mujeres en la tecnología y software

Algunos inicios:

En abril de 1967, la edición estadounidense de la revista femenina Cosmopolitan público un reportaje titulado “Las chicas informáticas”. Las fotos eran de una joven programadora de IBM rodeada de hombres ingenieros. “Hace 20 años (en 1947) una chica podía ser secretaria, maestra, quizá bibliotecaria, trabajadora social o enfermera”, decía el texto. “Si era realmente ambiciosa podía competir con hombres, a menudo trabajando más horas por menos dinero. Pero ahora han llegado los grandes, fascinantes ordenadores y un nuevo tipo de trabajo para las mujeres: programar”, añadía.

Antes de la llegada del ordenador personal, cuando las computadoras eran aparatos que ocupaban habitaciones enteras, las mujeres eran casi la mitad de las empleadas en programarlos. Fue un momento histórico especial, con sus características y que duró hasta mediados de los 80, según recuerda el escritor Clive Thompson en su nuevo libro de programadores. “Es increíble lo poco que se habla de las mujeres pioneras”, dice Patricia Ordóñez, catedrática asociada de Informática en la Universidad de Puerto Rico Río Piedras.

Algunos logros:

“Las mujeres están hechas para programar ordenadores”. No era un comentario raro para la época: un libro de 1968 sobre cómo llegar a ser informático sugería que quien disfrutaba “cocinando a partir de un libro de cocina” podía tener aptitudes naturales para programar.

También saber coser era bueno para programar, decían. Las comparaciones eran con labores rutinarias y de atención al detalle. Nadie sabía exactamente en realidad qué era programar. Los primeros lenguajes compiladores –que traducían algo parecido a nuestras lenguas a ceros y unos– acababan de crearse. Las mujeres tenían además un pedigrí añadido por haber colaborado desde laboratorios clave como con el Eniac o en Bletchley Park en Reino Unido, que contribuyó a la victoria aliada en la Segunda Guerra Mundial.

Esa mezcla de valores que hacían que las mujeres se consolidaran como programadoras llegó a su cima, según Thompson, en 1984. Al principio de ese año un 37,1% de los estudiantes de informática en Estados Unidos eran mujeres. A partir de ahí, la caída. 

Cuanto podían ganar

El sueldo en 1967 en ese nuevo trabajo podía alcanzar 20.000 dólares al año, cerca de 150.000 euros al cambio actual y tras calcular la inflación.

Por que lo dejaron de dominar:

¿Qué ocurrió para que las mujeres desaparecieran de la informática?

En primer lugar, según Thompson, el software era cada vez más importante y las empresas empezaban a nombrar a directivos con esa formación. Una cosa era introducir a programadoras para que teclearan, otra distinta era hacerlas directivas.

Más tarde la llegada de los ordenadores personales a los hogares. Los adolescentes podían trastear desde muy jóvenes con sus Commodore 64, los padres tenían el doble de probabilidad de regalar un ordenador a un hijo que a una hija. Y era más fácil meterse en la carrera con conocimientos previos de ordenadores y no solo eso ocurría sino que, “esa irrupción vino acompañada de videojuegos con narrativas bastante simples pero que enganchaban y que hizo que se empezara a popularizar la imagen del informático como un friki, un ser asocial que no se relacionaba con nada salvo con su máquina, que es un estereotipo que no funciona entre las mujeres”, explica Paloma Díaz, catedrática del Departamento de Informática de la Universidad Carlos III.

Ese modelo del informático friki se mantuvo y este tuvo consecuencias: Se comenzó a valorar más a la persona que se moldeaba como geek, que trabajaba a todas horas, sin importarle su apariencia, ni su higiene y estaba obsesionado con la computadora. Se veían como inteligentes, se escuchaban y valoraban, y se comenzó a crear un ambiente tóxico que repelía a los que eran diferentes. Ese ambiente sigue y crea una cultura de exclusión.

Y tres, la llegada del dinero, cuando un sector está cada vez mejor pagado y es prominente, los hombres que lo habían despreciado se apresuran a entrar y desplazan a las mujeres hacia fuera.

Alrededor de los 10 años en los que las niñas dejan de tener interés por la Informática como una carrera profesional, este problema de percepción, que no existía al principio de la programación porque era un oficio sin pasado, es clave ahora: “Cuando una parte importante del mercado de trabajo más cualificado requiere habilidades de programación y computación, que una parte de la población se autoexcluya por motivos subjetivos, es un problema. Que perdamos parte del talento por una percepción equivocada de esta profesión, es un problema”, explica Díaz. “Hay que mostrar a las chicas que es una carrera profesional más, con grandes, medianas y pequeñas figuras, y sobre todo con un gran mercado laboral.”

¿Te gustó el artículo? Comparte con tus amigos
Imagen por defecto
Liseth Cortazar
Artículos: 2

Deja un comentario

Dirección
Torre DG. Av. Adolfo Ruíz Cortínes 1344.
Villahermosa, Tabasco 86035

Hecho en 🇲🇽 con ❤️